La vida no siempre nos da lo que pedimos, o lo que merecemos en el caso de algunas personas. Muchas veces, aquellos que menos lo merecen se ven atrapados en una lucha continua por sobrevivir, cuando lo que deberían hacer seria vivir una vida normal, con su familia. Sin embargo no siempre es así, y ese es el claro ejemplo que se ve en la película de Wes Ball, El corredor del Laberinto. Atrapados en un mundo, rodeados por las paredes que se abren de día y se cierran de noche, cada mes, un niño, un joven es enviado al claro. Allí luchan por sobrevivir, por buscar la salida del laberinto. Tres años, y nadie ha conseguido dar con una vía de escape.
Es entonces cuando aparece el, el causante del cambio, el culpable de que aquellas paredes que de noche han permanecido cerradas, ahora se abran. Thomas, un joven que llega al claro desorientado, parece ser la clave de la salvación, o la destrucción de los que se encuentran en el claro. Sin memoria, lo único que Thomas guarda son recuerdos difusos de algo que desconoce. Curioso, el joven se adentra en el laberinto dispuesto a ayudar a sus amigos. Es entonces cuando se descubre que detrás de ese lugar, viven criaturas mecánicas, provenientes del mismo lugar que los jóvenes cuando son enviados allí. Con las dudas y las falsas historias, Thomas comienza a destapar toda una cadena de mentiras, hasta que finalmente todos los supervivientes deben tomar una decisión; adentrarse en el laberinto y pelear por sus vidas en busca de una salida, o quedarse en el claro, a la espera de que sean atacados y exterminados.
Engaños, trucos y mentiras son la base que sustenta la historia de esta película, así como la novela en la que está basada. Al igual que ocurre siempre, la película omite hechos importantes del libro, sin embargo, de esta adaptación se pude decir que si bien omite datos, cuenta muy bien la historia y no se nota la carencia de información, ya que ha quedado muy bien suplida. Quizás encontramos poco escenas en el laberinto para las que en la novela ocurren, pero todo ello queda compensado por la realidad de la historia, los momentos de tensión, las ganas de saber que ocurrirá la final, si lograran salir, y que encontraran más allá de ser así. Esta película, en cierto modo recuerda a otras trilogías cuyos éxitos se iguala a esta. La saga divergente, o la trilogía de Los juegos del hambre, son películas que guardan varia similitudes entre ella y con El corredor del laberinto, y no solo en los engaños, en las luchas entre unos y otros por la supervivencia, sino principalmente por el hecho de que en las tres sagas, los protagonistas están viviendo una mentira constante en sus vidas.
Otro de los rasgos más
importantes de esta película son las pérdidas, aquellos que no consiguen
sobrevivir, los que mueren tratando de ayudar, aquellos que se sacrifican. Si
bien cada muerte pesa en Thomas, el espectador se conmoverá con más de una.
Crueles e injustas, muchas veces los afectados no deberían ser los que pagan
por los errores de los más mayores. Cada amigo perdido es un dolor y una resolución
más para querer saber que está ocurriendo fuera de esas hostiles paredes, y aun
que la respuesta puede no llegar a gustar a muchos, el final de esta película es no solo desconcertante si no también capaz de hacer que todo lo que se ha
pensado a lo largo de la película quede completamente destapado y resulte algo demasiado
simple en comparación con los hechos que nos muestra la historia.
En resumidas cuentas el corredor del laberinto es una historia bastante buena, que cuenta con esos rasgos típicos de la ciencia ficción, así como efectos especiales que le dan mayor realismo y credibilidad a la situación. Esta película, se ve continuada sin embargo por dos libros más, de entre los cuales, el titulado "Las pruebas" es el siguiente a esta emocionante historia. Para concluir, nosotros te preguntamos, ¿qué harías tú si fueses la clave para la salvación de la Tierra?
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