Generalmente, las películas de animación infantiles han sido el foco de atención de muchos padres que han querido que sus niños se diviertan en el cine. Hotel en Transylvania es el ejemplo de una de las películas de animación mejor valoradas de estos dos últimos años. Pese a tener demasiadas similitudes con su predecesora, esta segunda entrega sabe cómo hacer que niños y mayores pasen un rato más que agradable. Esta nueva película guarda el mismo argumento que la primera parte donde ahora Drácula ha pasado de ser un padre sobreprotector a un abuelo que quiere conservar la especie de los vampiros mediante su nieto. ¿Qué acciones tomara esta vez para conseguir lo que el orgulloso Conde quiere?
Son varios los factores que encontramos en esta película. Comenzaremos analizando la historia o guión, la cual como ya hemos comentado se repite bastante. Cuando su hija y esposo se disponen a conocer la ciudad del humano, el hijo querido deberá quedarse con su abuelo, el cual comenzara a plantearle una serie de pruebas que conseguirán hacer que el joven se convierta en un joven vampirito.
Sin embargo, en el mundo de los humanos, son muchas cosas las que han cambiado, ya nadie le tiene miedo ya a los monstruos, algo que saca de quicio al Conde. Finalmente este tendrá que recurrir a una de las peores armas que podría haber usado, lo cual le hace volverse humilde nuevamente.
Sin embargo, en el mundo de los humanos, son muchas cosas las que han cambiado, ya nadie le tiene miedo ya a los monstruos, algo que saca de quicio al Conde. Finalmente este tendrá que recurrir a una de las peores armas que podría haber usado, lo cual le hace volverse humilde nuevamente.
Si bien se ha podido ver un gran cambio en el Conde, que ahora se ha vuelto más humilde y generoso, en algunos aspectos este no ha cambiado en absoluto. El amor a la familia, la necesidad de volar en libertad son valores que vuelven a estar presentes en la película. También las niñerías, el lado infantil hasta del mas adulto, todo ello hace recordar una vez más que todos hemos tenido una infancia donde hemos disfrutado jugando, riendo y en ocasiones mostrado valor ante los problemas.
Otro de los rasgos a destacar es la propia animación, nuevamente pulida y limpia, una de las mejores que se pueden emplear en el ámbito de las animaciones. Coincidente con aquella que se mostro en la primera parte, esta animación cuenta con un mayor ensalzamiento de las edades, algo donde por fin se ve el paso del tiempo en los personajes. Su vez, encontramos nuevamente las misma voces de doblaje, destacando la de Santiago Segura como el Conde Drácula o la de Clara Lago como su inconfundible hija. También repiten doblaje figuras como Mario Vaquerizo o Alaska, cuyos personajes aparecen menos, pero que nuevamente añaden la parte cómica de la película.
Pese a todo el parecido que guarda con la primera entrega, esta segunda es sin duda también una buena película para que todos, niños y adultos puedan pasar un muy buen rato en familia, por lo que si aun no la has visto te recomendamos que estas navidades compartas con tus hijos esta maravillosa película con la que no solo se encantaran si no que también aprenderán muchos valores, así como algunos destinados también a los adultos.
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