Aquaman [Crítica]

Espectacular, lo mejor visto en pantalla desde hace tiempo. Numero uno en taquilla, Aquaman ha demostrado ser la mejor película de la compañía de superhéroes DC hasta la fecha. Si bien la anterior entrega en la que el superhéroes ya salía (La Liga de la Justica), no tuvo el impacto esperado y en algunas cosas se quedo bastante suelta y escasa, ahora, con esta historia nos han convencido definitivamente. 

Conocer parte de la historia de este personaje es de base, lo que más atrae para ver la película, ya que además de su historia actual podemos conocer algo más del pasado, relacionado con su forma de vida y lo que él representa. Huyendo de la vida que la han obligado a llevar y el casamiento al que no quiere enfrentarse, Atlanna (Nicole Kidman) termina naufragando en las costas de una playa, donde la encuentra el que se convertirá en su verdadero amor. Fruto de esta unión nacerá un mestizo, mitad humano mitad Atlante al que llamaron Arthur (Jason Momoa).

Creciendo en las crueldades de la tierra, el niño se convertirá en un hombre que buscara qa toda costa quedarse con su padre, y reniega de su medio origen como Atlante, ya que estos se llevaron su madre cuando la vida del pequeño estaba en peligro. Repudiado incluso por los de su especie Arthur no tiene ningún interés en viajar a Atlantis. No obstante, bajo el mar, hay alguien que quiere declararle la guerra a la superficie. 

Orm (Patrick Wilson), hermanastro de nuestro protagonista se ha autoproclamado rey del Océano, y emprende una cruzad apara atacar la tierra. Mera (Amber Heard), la princesa destinada a casarse con él, decido buscar ayuda en la superficie, consiguiendo finalmente que Arthur se embarque en un viaje por los siete mares, con la finalidad de encontrar el mítico tridente de oro y así, poder reclamar el trono que él nunca ha querido, pero que debe unir los dos mundos, tal y como su madre le enseño.

Existen varios aspectos dignos de destacar dentro de la película. El primero de ellos, el actor principal que da vida a Arthur, Jason Momoa, un icono que ha saltado a la fama por su papel como Khal Drogo en Juego de Tronos, pero que previamente ya se gano el nombre de Coman el Bárbaro en dicha película.

Este actor, dado su físico y su personalidad es desde luego algo que atrae a ver la película tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres. Con la actriz que interpreta a Mera, ocurre prácticamente lo mismo dada su belleza, su figura y su carácter guerrero pese a ser una princesa.

El segundo de los aspectos que más llaman la atención son las escenas a cámara lenta y el uso de la misma, cambiando con lavanda sonora, le da a la película, no solo un ritmo perfecto si no unos tonos graves y agudos que nos ponen la piel de gallina. No es la primera vez que vemos esta técnica en pantalla, pero si es la primera vez en la que está bien usada. A esto, añadirle los espectaculares efectos espaciales, hacen de la película un verdadero deleite. El mundo submarino nos atrapa en un remolino de belleza y nos hace sentir que estamos allí mismo, impactándonos e impresionándonos.

Todas estas combinaciones son lo que convierte Aquaman en una película, con un buen ritmo de historia, con unos efectos que nos dejan ensimismados, y sobre todo con una combinación de elementos perfecta que ha conseguido situarla en el numero uno de la taquilla española desde su fecha de estreno. Si aun no la has visto, ¡ve, porque merece la pena!