Saga: Residen Evil



En su primera entrega comenzamos con nuestra protagonista despertando en la bañera, donde aparentemente se ha caído. Carente de recuerdos, su casa es asaltada por personas que ella no recuerda, y que trabajan para la misma organización; la corporación Umbrella, una compañía que se dedica a investigaciones genéticas derivadas de los experimentos más salvajes.

Dentro de las instalaciones de la compañía subterránea de Raccoon City, una de las armas biológicas más peligrosas del mundo (el virus T), ha sido soltada “accidentalmente”, provocando que la inteligencia artificial que controla dicha instalación (la reina roja), se vuelva homicida...


Después de los acontecimientos ocurridos tras la primera entrega, un grupo de personas ha decidido abrir de nuevo la Colmena para ver, que era lo que había pasado. Los muertos vivientes, se han escapado por Racoon City, propagando así el virus que poco a poco, va extinguiendo a la raza humana.

Puesta la ciudad en cuarentena, Umbrella ahora quiere evacuar solo a aquellas entidades importantes de la corporación. Jill Valentine (personaje interpretado por Sienna Guillory, y sacado directamente de los juegos) es una de las presentes cuando las puertas de la ciudad son cerradas. El proyecto Alice esta activo de nuevo y con una única misión; combatir a los infectados.


Comenzamos con una serie de escenas además de curiosas, escalofriantes. Parece, que Alice ha vuelto al complejo de Umbrella que en la primera película era su casa. En ella, la mujer va avanzando por los pasillos, enfrentándose a numerosas pruebas, muy reconocibles de entregas anteriores. La sorpresa llega cuando durante uno de esos proyectos descubrimos que es asesinada.

Su cadáver es lanzado a una fosa, donde observamos miles de cuerpos como el suyo. El Dr. Isaacs está intentando clonar a la mujer con la finalidad de tener en su poder a alguien tan letal como Alice, a quien creen muerta después de haber desaparecido durante años. La nueva idea de que Alice se encuentra sola.


Tiempo después de los acontecimientos que cerraron la entrega anterior, Alice, se encuentra atacando la corporación de Umbrella que se encuentra en Tokio. Y esta vez, tal y como ya le advirtió a Wesker, no va sola. Si no que una horda de clones de la propia protagonista se dispone a infiltrarse y acabar con la vida de todos los que se encuentran allí. Mientras todas se enfrentan a los peligros y amenazas que hay dentro de la base, Wesker escapa, con la esperanza de no morir.

Pese a todos sus intentos, finalmente su enemigo le inyecta un suero que le hace perder todas sus capacidades y poderes, provocando sí que, en la pelea, el helicóptero termine estrellándose y solamente veamos salir con vida a Alice.


Después de los acontecimientos que se desarrollaron en la cuarta entrega esta historia comienza con el abordaje de las tropas de Umbrella, al barco donde acabo la anterior entrega. Una vez más con este comienzo de cubrimos que las cosas sin más complicadas de lo que parecen. Finalmente, después de la pelea, Alice es capturada por una antigua amiga, Jill Valentine (Sienna Guillory), que aíra está siendo controlada por la corporación, igual que Claire antaño.

Nuestra protagonista despierta entonces en su casa. Con una vida normal y todo parece un mal sueño. Casada con Carlos Olivera (Oded Fehr) ambos han tenido una niña pero... al final, parece que todo está destinado a repetirse.


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