Pocas veces son aquellas en las que podemos encontrar una película que además de gustarnos nos impresione o impacte de algún modo. Películas que sacan sentimientos a flote, ya sean positivos o negativos. Ese es el claro ejemplo de una de las películas de Peter Berg, estrenada hace unos años pero cuya historia se merece un espacio en nuestro blog. Hablamos de Marea Negra, una adaptación de una d las historias más sobrecogedoras de la vida real.
La película nos muestra la importancia de trabajar bien, de hacer que el peso de las acciones recaiga sobre personas que, por otra parte no deberían ser responsables de lo ocurrido. Marea Negra es la historita de Deepwater Horizon, la plataforma petrolífera que en 2010 exploto, provocando la catástrofe del derrame de petróleo, nunca antes visto, que baño todo el Golfo de México. En esta catástrofe once personas perdieron la vida y otras dieciséis resultaron heridas de gravedad. La plataforma dejo de existir y la catástrofe nuevamente se pago con un alto precio.
Sin embargo, debido a la poca atención que se le prestó a los verdaderos expertos, las tuberías de la plataforma comenzaron a explotar, generando una reacción en cadena que produce la explosión que desatara todo el caos. Ahora, empieza una carrera contra corriente por salvar la vida e intentar que existan los menos heridos posibles. La película, nos presenta a Mark Walhaberg como Mike Williams, uno de los héroes reales que en su vida consiguió salir de aquel accidente. Junto a él encontramos a actores como Kurt Russell interpretando a Jimmy Harrell, Gina Rodriguez como Andrea Fleytas o Dylan O'Brien como Caleb Holloway.
Pese a que fueron muchas las vidas que se salvaron, también fueron muchas las que se perdieron intentando tomar el control de la plataforma. La película nos muestra muy bien todo el dolor, la perdida y la desesperación del ser humano cuando se encuentra en una situación extrema debido a la responsabilidad que otros han querido obviar y omitir. Principal interpretación la de John Malkovich como Donald Vidrine, uno de los superiores de la empresa que no hace más que dar indicaciones erróneas con la finalidad de, en el menor tiempo posible, llevarse la mayor entidad de dinero posible.
La película, es realmente escalofriante, nos deja un mal sabor de boca al final, cuando tras los créditos vemos descubrimos los acontecimientos que siguieron en la realidad, a la vida de todas aquellas personas. Traumas generados en derivación a lo que pasaron, gente que nunca volver a ser la misma después de haber vivido lo que para ellos fue el peor de los infiernos… la película nos demuestra una vez más el daño que el hombre puede hacerle al mundo, y las responsabilidades que deberían tomarse.
Interpretaciones que dejan pocas cosas malas que añadir, por no decir que no encontramos ninguna pega en ellas. Los personajes que deben resultar fríos lo son, haciendo que el espectador les coja incluso cierta manía sana a sus papeles. En el fondo conseguir eso, implica una buena película al fin y al cabo. La banda sonora acompaña a la perfección, montaje de escenas lineal y escalonado. Todo queda atado, todo queda resulto, y sin embargo lo único que no podemos decir es dichos sucesos y actos tuvieron un buen final para muchos.
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