Primer capítulo de la serie, cuyo director es Paul McGuigan y guionista Steven Moffat. Este episodio cuenta con un piloto previo que solo se emitió en Inglaterra. En este primer episodio, el doctor Watson a vuelto de la guerra y está buscando un apartamento que pueda permitirse. Casualmente se encuentra con un compañero de la universidad, el cual le presenta a alguien que ese mismo día le ha comentado que también buscaba piso.
Tras embarcase a conocer a este misterioso sujeto, Watson tiene el primer contacto con Sherlock Holmes, que nada más conocerle pone de manifiesto sus habilidades de deducción y observación, dejando a Watson algo desconcertado, pero quedando juntos rumbo al 221B de Baker Street.
Nada mas instalarse juntos, ambos comienzan a conocerse y el Doctor es testigo del primer caso al que el detective privado tiene que enfrentarse ya que un amigo suyo, el inspector Lestrade, requiere de la ayuda del habilidoso Sherlock. Una vez en el lugar del crimen, la fallecida parece haber ingerido una medicina mortal. Gracias a la participación de Sherlock y Watson, las ideas quedan menos claras dados los métodos del detective, que sale de la habitación precipitadamente.
Tras una serie de asesinatos similares, Sherlock descubre quien es el culpable, el cual va a buscarle a su propio partamente. Después de deducir que el criminal se hace pasar por alguien en quien todos confían pero nadie conoce, sube al taxista del mismo, siendo llevado a una fábrica donde mantendrán una conversación y un reto.
Sherlock deberá elegir entre dos pastillas, poniéndose así en un aprieto, pero demostrándose que esto es lo que más le gusta al hombre. El criminal es anciano, se esta muriendo y además esta siendo contratado por alguien más que esta tras la sombra de Sherlock. Mientras, Watson se percata de la desaparición de su amigo, y gracias a sus habilidades se encuentra finalmente en el edificio de enfrente donde se encuentra su compañero, a punto de injerir una de las pastillas.
Haciendo uso de lo que conoce y aprendió en el ejercito Watson es capaz de dispara y matar al criminal, salvando a Sherlock de una posible muerte. Este criminal antes de morir desvela el nombre de quien esta detrás de todo aquello. Nombre que no significa nada para el detective.
Tras salir vivo e impune de allí, Sherlock se encuentra con los controles que han montado la policía con el Doctor Watson siendo atendido por los médicos de las ambulancias. Al acercarse a él, ambos mantienen una pequeña conversación donde se debela que Sherlock sabe quien ha disparado aquella bala, y en ese momento ambos comienzan a tener una relación que se basara en esas situaciones.
A su vez, en este capítulo Watson descubre que disfruta de ese tipo de situaciones que le puede brindar el considerado maniaco Sherlock Holmes.
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