Spotlight nos cuenta la historia de un pequeño
grupo de periodistas que se dedican a investigar los casos más impactantes de
toda la sociedad. Es así como este grupo se ve sumergido en uno de los casos de
pederastia que más han atacado a la sociedad. Durante años, varios miembros
pertenecientes a la iglesia han estado abusando de niños pequeños. Cuando estos
casos intentaban salir a la luz, dichos curas o sacerdotes eran trasladado o
dados de baja en su parroquia correspondiente. Investigando más a fondo la
situación, los periodistas llegan a encontrar más de setenta casos solo en su
ciudad, más de setenta miembros de la iglesia que han abusado de niños.
Las pruebas erradican en las entrevistas que
consiguen tener de los propios afectados. Poco a poco, y a medida que siguen
metiéndose en el problema, se va descubriendo que su cadena ya publico esa
noticia, pero que se olvidó de ella pues no le habían visto ningún tipo de
relevancia importante. Esta vez no se trata solo de denunciar a una sociedad,
si no de ir contra le sistema, tratar de conseguir documentos que han
permanecido sellados mucho tiempo, arriesgarse a que vayan a por ellos… Todos
saben que esta noticia tendrá muchas repercusiones, pero depende de ellos que
todos aquellos que abusaron paguen de una vez por lo que hicieron, sin importar
que sean miembros de una entidad religiosa.
El director ha conseguido recrear una historia
que puede llegar a poner los pelos de punta y sentir el sufrimiento y el dolor
de todas esas situaciones. La esencia de la película está muy bien conservada y
eso en parte se debe a las interpretaciones de los actores: Michael Keaton como
Walter Robinson, el director general de la compañía compuesta por los tres
periodistas principales. Hombre de grandes recursos y un carácter fuerte. Mark
Ruffalo como Michael Rezendes podría definirse como el personaje capaz de
enfrentarse y arremeter contra todo con tal de conseguir su objetivo, es quizás
el que más se esfuerza, pero como poca diferencia entre sus compañeros. Rachel
McAdams como Sacha Pfeiffer es la principal encargada de hablar con varias de
las víctimas y recabar la información que estas le pueden proporcionar. Brian
d'Arcy James como Matt Carroll es quizás el compañero que menos importancia
adquiere.
Spotlight es una película para adultos que saca a
la parte más humana de quienes la ven. Pese a que es una historia de un
escándalo que afecto y actualmente sigue afectando a muchos países, al final de
la película observamos una lista de los países donde se han dado estas situaciones
y es realmente impactante el número de lugares donde se han registrado casos de
este tipo. Pese a las críticas negativas que poda recibir esta película, para
nosotras ha sido una de las mejores con las que ha comenzado este año.
Escalofriante, pero tan bien realizada que se merece una nota muy elevada.
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