Emocionante, mágica y atractiva. Esas son las primeras palabras que se vienen a la cabeza cuando hablamos de la historia de este juego. Una de las más atrayentes de todos los Final Fantasy que hasta el momento se han desarrollado. Es la primera vez que vemos en estos videojuegos un enfrentamiento directo con los dioses creadores. Este juego se basa en la división de dos mundos, el Nido y Paals, conocido como el inframundo. Cada uno de estos mundos es distinto y completo en su máximo exponente. El primero es de donde provienen la mayoría de nuestros personajes, dejando también alguno que otro proveniente de las llanuras de Paals.
Estos mundo fueron creados por dioses que los abandonaron, dejándolos a cargo de los Fal’cie, entidades encargadas de suministrar víveres y proteger ambos mundos, sirviéndose de la ayuda de los Lu’cie, humanos a los que transformaban para cumplir sus deseos. A su vez, estos humanos que no cumplían las misiones se convertían en monstruos errantes. Si esta no es una historia emocionante, no sé qué más se puede esperar de un Final Fantasy que ha sido capaz de atrapar con su historia a más de 1,8 millones de personas en todo el mundo. Pese a ello, la complejidad de la historia hace que en una única partida los datos no queden del toco claros, algo que se soluciona pasándose el juego más veces, ya que cada vez se descubre nuevas cosas y aventuras.
La jugabilidad / Sistema de Combate
Este es uno de los temas que más interesante resulta de redactar. A lo largo de los juegos de Final Fantasy, hemos visto muchos tipos de sistemas de combate, siendo este uno de los mejores ya que contamos con la BTC, sistema de batalla a tiempo continuo. Esto hace del juego más dinámico, y además es fácil de manejar, ya que se cuenta con un comando de acción directa y diversos comandos donde puedes elegir los ataques que deseas realizar. Si bien es un sistema más difícil de dominar, es más realista y le da al juego un mayor desafío. Si hubiese que destacar algo malo de este sistema de batalla seria la movilidad de nuestro personaje, el cual se mueve por inteligencia artificial. Durante el resto del videojuego, la jugabilidad es bastante sencilla, añadiéndose comandos y acciones a medida que avanzamos en la historia y el desarrollo de los personajes. Encontramos también tesoros y un sistema de movimiento pulido y firme; los personajes están bien apoyados en el suelo, aunque en ocasiones la forma de moverse de los mismos es bastante fantástica, a la hora por ejemplo de saltar de alguna zona a otra, lo cual no es nada malo, sino una forma de otorgarle un punto más fantástico al juego.
Final Fantasy siempre se ha caracterizado siempre por la exactitud y el desarrollo de los gráficos. Como ocurre con todo, a medida que las tecnologías avanzan, los gráficos y efectos son más precisos, más reales y más impresionantes. Este juego es el claro ejemplo de unos gráficos perfectos en cuanto a paisajes y lugares me refiero. En los videos de imagen real, los personajes parecen prácticamente palpables, y los paisajes nos sumergen en un mundo mágico y totalmente perfecto. Durante el modo de juego, como es normal, la calidad baja bastante, sin embargo también es muy buena, tanto que en ocasiones consigue confundir y no saber si estamos viendo imagen real o de juego hasta unos segundos después. Como todo, el tema de los gráficos es algo que se puede mejorar poco a poco y cada vez llegaremos a tener personajes más reales en el modo de juego, donde aún queda perfeccionar alguna que otra cosa.
Cada cual desarrollado primeramente de forma individual, con sus historias y sus motivos para estar en un lugar en concreto al principio del juego. Posteriormente las historias se van enlazando unas con otras, ejemplos como la relación que guarda Hope y Snow (un niño que ha perdido a su madre y culpa al “héroe” del juego), hacen del juego una completa historia general. Cada uno es en sí un personaje con una historia que contar, con una vida que le hace ser como es; Fang y Vanille, las eternas hermanas de Paals que quieren estar juntas, Sazh, el hombre que trata de buscar a su hijo, Lightning y Snow, la mujer y el héroe que buscan a la chica condenada (Serah), Hope, el joven que busca venganza… y no solo los personajes principales, si no también algunos secundarios.
Pese al dinamismo de cada uno de los personajes, hay uno que destaca por encima de todos; la figura de Lightning, una mujer fría que va cambiando poco a poco conectando todas las historias. Cada personaje atrae por sí solo, pero es cierto que en algunos niveles del juego, la dificultad resulta tediosa y los personajes pierden valor, mientras que otros adquieren más, algo que a lo largo del juego poco a poco se va compensando.
Final Fantasy XIII es uno de los juegos más lineales que conozco, en ocasiones quizás demasiado, ya que abusa mucho de los videos de imagen real así como de los video en general que se emplean para explicar cosas, avanzar en la historia etc. Recuerdo llegar a un punto donde no habían pasado cinco minutos después del video, y ya llegábamos a tener otro. Para algunos jugadores esto es bueno, ya que es una forma más de explicar y de saber cómo va la historia, para otros, entorpece el paso de la historia y resulta tedioso, lo cual he de decir es necesario ya que la historia tiene mucha miga y es muy larga y difícil de entender. En este juego, que cuenta con un mapa para indicarte donde debes ir, no hay opciones de desvío o rutas alternativas hasta que llegamos al inframundo.
Durante la historia que se desarrolla en el nido, todo es muy recto, sin embargo una vez llegamos a Paals, encontramos un mundo muy extenso y con muchas zonas para explorar, así como enemigos y misiones secundarias que hacen del juego una gran aventura por explorar. Una de las cosas con las que este juego no cuenta es con la alternancia de finales, algo que puede ser bueno o malo, ya que el final del juego cierra de una única manera.
Análisis de Juego; Ver
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